viernes, 29 de noviembre de 2019

NOS RECONOCEMOS...


Nos reconocemos en principios conquistados y en una mirada nuestra que contempla el mundo para identificarse con él o para resistirlo. Nos reconocemos individualmente frente a un tiempo compartido con otros muchos. Nos reconocemos en esa voz, necesariamente singular, que, alternativamente, se acerca al afuera o se aleja de él; que permanentemente gira alrededor de nuestra memoria y nuestra esperanza, obligándonos a bautizar las comprensiones con ciertos nombres propios.

viernes, 22 de noviembre de 2019

LA VIDA ANTES QUE TODO...


La vida, la vida antes que todo, repite una y otra vez Nietzsche. Algo muy parecido a cierta idea de Heidegger: somos los invitados a esta vida y siempre se tratará de ser buenos invitados. ¿Cómo? Trasladando a nuestros imaginarios cuanto nos resulte esencial entender y valorar. Ser huéspedes agradecidos a través de nuestros aprendizajes: enseñanzas de verdades que nos alimentan y caben naturalmente en la descripción de esos caminantes que somos; huéspedes del mundo obligados a convertir nuestra existencia en diseño de hallazgos, de elecciones, de propósitos, de compromisos…

viernes, 15 de noviembre de 2019

CURIOSIDAD, INDIFERENCIA


La curiosidad hace de cada individuo un aventurero en pos de sus sueños y sus búsquedas. Es fuerza que lo proyecta fuera de sí mismo, más allá de sus ahoras y hasta esos lugares donde residen para él la promesa y la ilusión. Su mayor reto: permanecer curioso, abierto siempre a nuevos aprendizajes y saberes; conservando inalterable la intención de iniciar proyectos, de continuar aprendiendo…
Opuesta a la curiosidad, la indiferencia es vacuidad y conformismo, pasividad estéril, apatía y desinterés, inercia e inconsistencia. La indiferencia rutiniza gestos y pasos, visiones y actos. Iguala rostros y comportamientos. Rasa acciones y destinos. Desvanece iniciativas y descubrimientos. Inmoviliza al indiferente clausurándolo dentro de estrechos límites y haciendo de su entorno estéril escenario sin finalidad ni significado. El indiferente es un ser desdibujado. Condenado por voluntad propia a la resignación y al desinterés, es incapaz de comprometerse. No se compromete porque ni cree ni valora.
Curiosidad o indiferencia: moverse en el sentido de la una o de la otra, actuar de acuerdo a la una o a la otra. El curioso, llevado por su necesidad de entender, imagina rumbos para sus pasos y horizontes. El indiferente, ciego y sordo a cuanto no sea su inmediata instantaneidad, sobrevive en medio de una errabundez de ahoras, rodeado de hábitos y comportamientos siempre iguales a sí mismos.
Al curioso le es impensable no responder a las interrogantes que lo acosan. El indiferente, sumergido en la imitación de muchos lugares comunes y muchísimos gestos reiterados, permanece al margen de casi todo. Mientras el curioso no cesa de indagar en su tiempo, el indiferente se resigna al sinsentido de su tiempo.