martes, 31 de enero de 2012

LA PALABRA QUE TESTIMONIA...


La palabra que testimonia perpetúa al testigo. Ella dice a los lectores que un ser humano que escribió y se describió, alguna vez estuvo vivo, existió. Escribo esto y viene a mi memoria acaso el más famoso –y más trágico- de los ejemplos de una palabra autobiográfica en el siglo XX: El diario de Ana Frank, desgarrador testimonio de una jovencita que, en medio del horror de un mundo que se desmoronaba, se propuso escribir su trágica cotidianidad encerrada en una buhardilla, atestada de seres que, junto a ella, compartieron su doloroso esfuerzo de supervivencia. Y en medio de esa atmósfera irrespirable, Ana Frank se escribió y se nombró a sí misma, fijó su rostro ante una posterioridad que sabía que no habría de pertenecerle. Ana Frank enfrentó su destino a través de su palabra. A fin de cuentas, su escritura terminó por rescatarla a ella y a millones de seres humanos como ella, del desvanecimiento implacable. Su voz, hecha escritura, permanece por siempre identificadora del rostro y del destino de tantas y tantas víctimas.

lunes, 30 de enero de 2012

AVANZO JUNTO A MIS CONTRADICCIONES Y ESPEJISMOS...

     Avanzo junto a mis ilusiones y espejismos; tratando de aferrarme a oportunidades y aciertos, y, sobre todo, rehuyendo la indiferencia: esa negación del sentido mismo del camino. Más que de avanzar, de lo que se trata es de convertir mis pasos en aceptadas huellas. Son muchos los errores que podría cometer en mi camino. Uno de los más graves: interrumpir su fluidez. Estoy obligado a respetar la continuidad del camino y a cumplir en él, al menos, con dos normas esenciales: ni eludirlo ni soslayar su linealidad.

domingo, 29 de enero de 2012

EN SU LIBRO "LA OTRA VOZ"...


En su libro La otra voz, comenta Octavio Paz: “los poetas se refugian en las universidades, como en la Edad Media, pero sería funesto que abandonasen la ciudad”. De más está decir que el poeta no puede abandonar la ciudad de la misma manera que la poesía no podría abandonar la vida; pero, a fin de cuentas, la poesía, que merece vivir en todas partes, también merece hacerlo en las universidades. Universidades capaces de aceptar a la imaginación como una de las formas más amplias de la sabiduría humana; capaces de aceptar, también, que razones poéticas y científicas pueden coexistir porque unas y otras no son sino complementarias expresiones de lo humano; universidades en condiciones de permitir  a ciertos seres de palabras trabajar con dignidad el hallazgo de su voz, y, también con dignidad, expresarlo. Quizá he idealizado el espacio universitario. No lo niego: es el lugar donde he trabajado por veinte años. El lugar en que me he sentido feliz de poder escribir, siempre en sosiego y en asilo, mi propia palabra.

sábado, 28 de enero de 2012

AMAR NOS HACE...

     
     Amar nos hace fuertes porque nos hace auténticos. Pero esa autenticidad puede ser, también, debilidad. Amar nos hace vulnerables.

viernes, 27 de enero de 2012

DESDE HACE MÁS DE TREINTA AÑOS...


Desde hace más de treinta años soy profesor. Y si algo he aprendido en todo este tiempo es que dirigirme a esos estudiantes que son mis interlocutores es algo que no puedo hacer sino desde esa voz que es la mía: eco de mi camino y de mi memoria. Al hablar a mis alumnos lo hago desde esas mismas palabras que escribo y he vivido. Creo que la razón, la inteligencia, la lucidez, la erudición deben hallarse al servicio de la experiencia de vivir. Me opongo a esos intelectuales que hacen de sus voces y miradas, códigos, discursos, fórmulas. En lo personal, como escritor y como profesor, me considero, esencialmente un curioso, un testigo, un comunicador que hace de su escritura espacio.

jueves, 26 de enero de 2012

HAY LIBROS...

     Hay libros, dijo Marguerite Yourcenar, a los que nos podemos atrevernos hasta no haber cumplido cuarenta años. Libros de palabras atesoradas, libros-diario, libros-espejo, libros-retrato, libros-confidentes de ese tiempo que nos nombra y que nombramos, libros-cómplices de nuestros días sucesivos, libros-interlocutores, libros escritos desde adentro de todos y cada uno de nuestros años.

miércoles, 25 de enero de 2012

JORGE LUIS BORGES ME ENSEÑÓ...


Jorge Luis Borges me enseñó que las palabras podían ser mucho más que sólo palabras, y que nuestros espejismos podían convertirse en la más valiosa de las inspiraciones; que nuestras lecturas podían ser tan importantes como nuestras experiencias de vida, y que nuestros asombros podían hacerse voces que se justificaba construir y reconstruir una y mil veces; y que escribir significaba trabajar una palabra que era, esencialmente, una, una sola la voz que nos permitía reunir razones, sentimientos e imaginarios. Me enseñó que lo que para muchos podía ser banal, para otros podía llegar a convertirse en algo sagrado, y que las anécdotas transmitidas por algunos libros que amábamos leer, resultar tan firmes como los eventos reales de nuestra experiencia, y que los límites entre lo real y lo imaginario podían ser muy ambiguos, muy tenues. Me enseñó, también, que nuestras devociones literarias podían terminar por constituir una suerte de canon que, de algún modo, podía, incluso, alcanzar a justificarnos.

martes, 24 de enero de 2012

EL SER HUMANO NECESITA CREER...

     El ser humano necesita creer que su vida tiene una razón, que su destino dentro del mundo posee un significado. El hombre puede aceptarlo todo. Todo menos la falta de sentido de su existencia. Le horroriza la imagen del tiempo -personal, colectivo- como algo hueco: sin razones ni conclusiones. Ante el sentimiento del vacío temporal aparece, terrible e insoportable, el horror del absurdo: pesadilla ante un tiempo amorfo que sólo nos engulle. El horror al absurdo de la historia es análogo a la náusea frente al vacío existencial. Ante ambos -historia vacía, vida vacía- el hombre aprehende su soledad, su vulnerabilidad.

lunes, 23 de enero de 2012

EL DESASTRE, DICE BLANCHOT...

     El desastre, dice Blanchot, implica la “soberanía de lo accidental”; o sea: el azar llevado a su máxima expresión, la anulación de las previsiones y la desaparición de las referencias. Más que realidad objetiva, el desastre podría entenderse como un ritmo que nos rodea. “Todo es ritmo”, dijo Hölderlin. El ritmo es la imagen viva del universo, una encarnación de eso que alguna vez Octavio Paz llamó la “legalidad cósmica”. El ritmo de nuestro presente es el de la abundancia de todo: de imágenes y voces, de gestos y rostros, de productos y desechos, de rapidez y desasosiego. Ritmo identificado con una escritura de tientos y estridencias, de simultaneidades y confusiones, de superposiciones y retazos. O sea: el desastre representado por medio de una escritura que lo refleja y lo revela; escritura “desastrosa” ella misma: desastre de escritura. Para la escritura parodizadora del desastre, todo es nombrable. “Cuando todo está dicho -dice Blanchot- lo que queda por decir es el desastre...”

domingo, 22 de enero de 2012

CONCLUIDO EL PROCESO DE LA ESCRITURA...


Concluido el proceso de la escritura, será el largo momento de la obra finalizada: de ese libro que irá alejándose cada vez más de su creador, convertido en construcción para las miradas y valoraciones de los otros. Por sobre cualquier otro, dos han sido y son los poderosos hacedores del destino del libro publicado: un Mercado editorial y un Estado mecenas. Los dos tratan y han tratado muy bien al autor exitoso; el Mercado, premiándolo cuando el libro vende bien y genera cuantiosas ganancias; el Estado, aupándolo de acuerdo a una escueta razón: que él sea capaz de escribir eso que el Estado desea que sea escrito. A fin de cuentas, de lo que se trata es de lo mismo que se trata siempre: de dar algo a cambio de algo, de dar para poder también recibir. Por supuesto que, igualmente, Estados y Mercados reciben de la parte de los seres de palabras; los primeros, apoyo, imagen, promoción; los segundos, dinero, mucho dinero. Para el ser de palabras se trata de servir a un dios o a otro: serle útil al Estado o al Mercado; pero para que esta relación pueda funcionar debidamente, deberá cumplirse una ley de oro esencial: lo que el ser de palabras escriba deberá resultar de interés para otros, para muchísimos otros. Existen, han existido siempre y existirán por siempre seres de palabras afortunados, capaces de escribir eso que infinidad de lectores puedan desear leer; capaces de escribir libros abiertos a la recepción de numerosísimas lecturas, cercanos a la aprobación y a la moda, al gusto y la generalizada curiosidad de todos o de casi todos; autores de libros de éxito, libros-íconos, libros símbolos de un tiempo y de una circunstancia. Frente a ellos existen, han existido siempre y existirán por siempre los otros: seres de palabras mucho más subrepticios, casi clandestinos; no necesariamente malos escritores, sólo que hacedores de páginas colocadas al margen del interés general de un lector promedio.



sábado, 21 de enero de 2012

COMO NUNCA ANTES...

     Como nunca antes, los hombres nos sabemos efímeros. Por ello construimos mitologías de sobrevivientes que metaforizan tanto el desaliento como la esperanza; metaforizaciones contradictorias en las que chocan escepticismo y expectativa.

viernes, 20 de enero de 2012

EL DISEÑO DE NUESTRA EXISTENCIA...


El diseño de nuestra existencia acaso dependa de un propósito por entender el tiempo vivido de acuerdo a algún significado; bien relacionado con una voluntad por percibir en nosotros mismos esas invisibles armonías que nos rodean desde todos los lugares del cosmos; o bien relacionado con cierto frenesí por prolongar la memoria de nuestro nombre. La primera es la escogencia de quienes tratan de organizar su vida de acuerdo a la premisa de que los seres humanos vinimos al mundo a tratar de ser felices. La segunda, la obsesión de perdurabilidad, suele derivar en un empeño por acceder a algún tipo de registro histórico. En suma: se trata de crecer a solas con nosotros mismos y dentro de nuestro mundo individual, o de hacerlo obsesionados con las miradas del afuera. La primera opción, más humilde y mesurada, posee todo el sentido de lo más esencialmente humano; la segunda, siempre impredecible, abunda en  resultados estériles, y, a veces, incluso inhumanos.

jueves, 19 de enero de 2012

LA EXISTENCIA -DIJO SARTRE ALGUNA VEZ...


“La existencia –dijo Sartre alguna vez- no es un regalo y cada cual está obligado a legitimarla con sus actos.” Y yo añadiría: no sólo con sus actos, también con sus miradas y testimonios, con sus creencias y recuerdos, con sus opiniones y escogencias, con sus convicciones y esperanzas... Justificarnos en nuestras miradas y comprensiones tanto como en nuestros actos o nuestros pasos. Justificarnos en nuestra necesidad de percibir respuestas y significados alrededor nuestro. Justificarnos en nuestras verdades surgidas de ese incesante diálogo que no podríamos dejar de sostener ni con el afuera ni con nosotros mismos. Justificarnos en esas certezas que fuimos convirtiendo en respuestas que creímos necesario comunicar, decir.

miércoles, 18 de enero de 2012

EN SU DISCURSO DE AGRADECIMIENTO...


En su discurso de agradecimiento a la Academia Sueca, un laureado con el Premio Nóbel muy reciente, Mario Vargas Llosa, dijo una irremplazable verdad: en el espacio de nuestra conciencia somos y no podemos ser sino libres. Nuestro mundo interior nos pertenece sólo a nosotros, y nadie debería tener la potestad de imponernos en él nada que nos contradiga. No importa que poderes absolutos nos rodeen ni que formas de coacción nos amenacen. Dentro de nuestro universo somos, esencialmente, libres.

martes, 17 de enero de 2012

EL ARTE NOS HABLA...


El arte nos habla; se comunica con nosotros, a veces, paradójicamente, a través del silencio. En el silencio de una genuina obra de arte está presente la expresividad de lo difícil, de lo oscuro; hermetismo a través del cual, muy conscientemente, un artista se propone expresar una personal apuesta ante la vida.

lunes, 16 de enero de 2012

CURIOSA PARADOJA...


Curiosa paradoja en ciertos países en los que orgullos colectivos, oficiales y simples, suelen convivir con la marginalidad extrema de sus principales artistas. Como si las simplistas retóricas de triunfo y de titanismo para consumo fácil de las mayorías, estuviesen condenadas a chocar contra sensibilidades e inteligencias diferentes que, en razón misma de su diferencia, contradijesen las confianzas mayoritarias.

domingo, 15 de enero de 2012

MI CASA...


Mi casa: sitio donde protegerme de ese sentido inhóspito y carcelario que tantas veces posee la vida; escondrijo del que estarán necesariamente ausentes las intromisiones, los rostros prescindibles, los innecesarios testigos.

     En mi casa soy tan libre como puedo serlo dentro de mis límites.

sábado, 14 de enero de 2012

EN UN MUNDO SIN DIOSES...


En un mundo sin dioses el hombre ha de convertir su conciencia en orientación dentro de un universo infinito y distante. Es ése el principal sentido del paradigma cartesiano: “pienso luego existo”: expresión de un yo esforzándose en entender desde sí mismo; nacimiento de una mirada que comprende en medio de su soledad y que contempla las cosas a partir de la huella que éstas van dejando en el yo.

viernes, 13 de enero de 2012

EN CIERTAS OCASIONES, ALGUNAS OBRAS DE ARTE...


En ciertas ocasiones, algunas obras de arte logran descubrir verdades perceptibles para la mayor parte de individuos en los signos del tiempo que los rodean. En la más célebre de los trabajos de Edvard Munch, El grito, su personaje central, una figura en la que no podemos reconocer un hombre o una mujer, aparece en medio de un puente, con la boca abierta, y el rostro entre las manos, cubriéndose los oídos, con una terrible expresión de angustia en un rostro deformado. El propio Munch describió las circunstancias que rodearon su creación: “Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol; de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. me detuve, me apoyé en la valla, indeciblemente cansado. lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo, y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza”.

     La grandeza de El grito, cuadro pintado, como alguna vez dijera el propio Munch, a partir de un propio “infierno interior”, consistiría en haber logrado acercar ese infierno personal al posible signo infernal de la Humanidad toda. Las pesadillas de Munch se reflejan en ese abandonado cielos que cubre a sus coetáneos. Munch nos dice a los hombres que estamos solos en medio del desamparo de vastísimas superficies, contradictoriamente convertidas en asfixiantes madrigueras donde, junto a infinitos otros, nos vamos aplastanto entre todos.

jueves, 12 de enero de 2012

EN SU TEXTO...


     En su texto Sobre el programa de la filosofía futura, Benjamin imaginó una filosofía venidera mucho más cercana a la expresividad de las palabras que a la de las ciencias o las matemáticas. "El gran cambio y corrección que ha de introducirse en un concepto de conocimiento unilateralmente orientado hacia lo matemático-mecánico –dice Benjamin- sólo podrá lograrse mediante la relación entre el conocimiento y el lenguaje”. Y más adelante concluye: “... Kant no advirtió en modo alguno el hecho de que todo conocimiento filosófico tiene su única expresión en el lenguaje, y no en fórmulas y números. Este hecho, a la postre, se revelaría como el hecho decisivo, y es por él que,a fin de cuentas, debería afirmarse la supremacía de la filosofía, no tan sólo sobre todas las otras ciencias, sino también sobre las matemáticas."

     En su trabajo, Benjamin postula la necesidad de una filosofía nueva, necesaria para otros hombres: diferentes habitantes de un mundo también diferente. "Es deber principal de la filosofía que se avecina –dice- permitir convertirse en conocimiento a los indicios más profundos que extrae de la época misma y de los presentimientos de un gran futuro". ¿Qué fue de ese "gran futuro" presentido por Benjamin? Benjamin escribe su trabajo a comienzos de 1918, el último año de la Primera Guerra Mundial, cuando ya se divisaba el final de la que parecía ser la última de las guerras, y nadie hubiera podido imaginar cuál iba a ser el destino de Europa y del mundo apenas dos décadas más tarde. El mismo Benjamin se convertiría en una cruel víctima de ese destino: a comienzos de 1940 se suicidó cuando escapaba de Francia hacia la frontera española, huyendo de la barbarie nazi. El "gran futuro" imaginado por Benjamin debería, pues, esperar... Sin embargo, en esos escritos de 1918, Benjamin propuso algo tan simple como exacto: el pensamiento del hombre venidero debería servirle para interpretar sus experiencias venideras. Verdad de perogrullo: un pensamiento otro para un hombre otro; un ser humano necesitado de nuevos asideros, propiciador de nuevos diálogos con el universo, formulador de nuevas preguntas y buscador de diferentes respuestas.

miércoles, 11 de enero de 2012

COMO NUNCA ANTES...


Como nunca antes, los hombres nos sabemos efímeros y nos sabemos mortales. Por ello construimos mitologías de sobrevivientes que metaforizan, a la vez, el desaliento o la esperanza; metaforizaciones de la cercanía de lo final o de la posibilidad de cambios necesarios, del inicio de una nueva realidad o del final de todas las realidades, del apocalipsis posible o de la utopía posible, de la incineración de todo o del reverdecer de todo... Metaforizaciones contradictorias en las que se entremezclan titanismo, escepticismo y expectativa: tres metaforizaciones posibles para interpretar el hoy y el mañana. 

martes, 10 de enero de 2012

CADA QUIEN ESCOGE...

     Cada quien escoge su propia relación con la tradición: hay voluntades más o menos indiferentes, actitudes más o menos acuciosas. Curiosidad o desinterés no son sino opciones. Yo escogí la curiosidad. Me gusta escuchar la locuacidad del tiempo. Opongo esa locuacidad al olvido y al silencio. 

lunes, 9 de enero de 2012

COMO UN PRESAGIO...


Como un presagio, el imaginario de lo apocalíptico ha acompañado a la humanidad a todo lo largo del siglo XX. La historia del hundimiento del Titanic no hace sino simbolizar ese imaginario vinculándolo muy estrechamente a la estúpida soberbia de los hombres absortos ante sus logros; paradoja de la autocomplacencia que desemboca en la certeza de la fragilidad y en la convicción del fracaso. “El hundimiento del Titanic –dice en algún momento de su obra Ernst Jünger- fue el mane, thecel, phares de nuestro tiempo, la señal de su fin próximo y desastroso ... Las visiones apocalípticas corresponden al temple del mundo, de naturaleza predominantemente técnica.

domingo, 8 de enero de 2012

A VECES ME RODEA EN LA VIDA...

A veces me rodea en la vida una sensación de fraude. Esa sensación me va convirtiendo, poco a poco, en un ser de frontera: solitario heredero de circunstancias sólo mías. Soy huérfano de los días precedentes y fantasma de los días venideros. Soy voz perdida en la vastedad del tiempo. Soy hijo de mis propias circunstancias.

sábado, 7 de enero de 2012

ARRINCONADO EN EL ÍNFIMO E IRREAL...


Arrinconado en el ínfimo e irreal confín de su conciencia, el ser de palabras mira a su alrededor y se esfuerza por entender. Acaso escriba para hacer menos insoportable su confusión, o tal vez lo haga para que su fantasía llegue a hacerse parte de esa confusión. Su escritura es su respuesta a lo exterior: desde sí mismo, desde sus ensimismamientos y fantasmagorías. Es un contemplador y un testigo; parcializado testigo: siempre existirán muy estrechas relaciones entre cuanto contemple y lo que son sus propios e irrenunciables espejismos.

viernes, 6 de enero de 2012

LA SABIDURÍA DEL HOMBRE DE NUESTROS DÍAS...


     La sabiduría del hombre de nuestros días deberá ser, necesariamente, la de la mesura y la humildad. Humildad para acercarnos al mundo, para entendernos con nuestro planeta en vez de empeñarnos en modificarlo. Humildad para vislumbrar que lo humano y lo natural son piezas vivas dentro de un mismo sistema: expresiones de una sintaxis hecha de balances y armonías. Por mucho tiempo el ser humano se concibió a sí mismo como construcción final y magnífica de un proceso evolutivo único. Hoy, comienza a reconocer que su protagonismo dentro del tiempo terrestre es accidental. No somos los privilegiados destinatarios de la infinitud universal. Somos sólo los habitantes temporales de un fatigado planeta: apenas sobrevivientes. Ni hijos de Dios ni extraordinario resultado de una mágica e irrepetible combinación: sólo sobrevivientes... Y desapareceremos algún día, de la misma manera en que un día llegamos.

jueves, 5 de enero de 2012

VALORACIÓN DEL CAMBIO...


Valoración del cambio, de la pequeña transformación, de la mínima alteración. Cambiar por cambiar, porque sí, porque hay que hacerlo, porque así lo exige el desasosegado ritmo de nuestros días demasiados iguales unos a otros. Obsesión de cambio que es, también, obsesión de rapidez. Una rapidez que pareciera habernos convertido a todos los hombres en víctimas de nuestros propios espejismos. La velocidad es la consecuencia de un tiempo como el nuestro que, más que vivirse, se consume. Un tiempo que es apresuramiento, prisa sin norte. Corremos, corremos todos, sí, pero... ¿hacia dónde?

lunes, 2 de enero de 2012

"EL PECADO ORIGINAL -DIJO WALTER BENJAMIN...


“El pecado original –dijo Walter Benjamin- es el acto del nacimiento de la palabra humana”. El pecado original fue la ruptura con una feliz ignorancia primera del hombre, muy cercana a la condición animal. Esta idea me recuerda muchísimo a lo que dice Cioran en su libro La caída en el tiempo: el inicio de la condición humana fue la ruptura con Dios, el fin de la permanencia en el Paraíso. El del Edén fue el tiempo de la felicidad del hombre apoyada en una absoluta cercanía con lo natural. La aparición de la inteligencia y sus signos esenciales: ambición, desobediencia, curiosidad, desafío, señaló la diferencia entre hombres y animales, diferencia que tuvo como principio la aparición de las palabras. Ellas fueron el primer signo de la lejanía entre el hombre y la naturaleza, la forma intermediadora entre uno y otra. El ser humano ya no podría vivir feliz e ignorante como los animales porque entre el mundo y él se interponían las palabras. Sólo al comenzar a hablar los hombres se hicieron realmente humanos.

domingo, 1 de enero de 2012

KAFKA ALEGORIZÓ...

     Kafka alegorizó los abismos abiertos ante la arquitectura del mundo del hombre. El sentimiento de la felicidad imposible quizá sea el que mejor defina la obra de Kafka. O mejor: lo imposible como totalidad. Para los personajes de Kafka todo es imposible: llegar a un lugar, salir de un lugar, hacerse entender, hacerse querer, mostrarse, amar, ser... Son personajes abrumados por la revelación de que la existencia acaso sólo sea un trágico error. Castigos, penitencias y, sobre todo, el sentimiento de absurdo ante todos los instantes de la vida, acompañan esa revelación. Kafka dibujó una metáfora posible del universo. Describió la orfandad del hombre ante la impuesta aventura de vivir. Su visión se proyecta sobre algunas de las pesadillas que la historia de nuestro siglo XX hizo suyas. Una reflexión siempre me sobrecoge al recorrer los diversos laberintos kafkianos: de haber vivido más, quizá algún campo de concentración hubiese sido el destino de Kafka. A fin de cuentas, su escritura pareció prever los inimaginables límites de horror que el mundo estaba a punto de conocer.

EN EL CAMINO, EMPEÑARNOS EN DISTINGUIR...

     En el camino, empeñarnos en distinguir sólo absolutos y guiarnos únicamente por la luz y el calor de esos absolutos, suele significar calcinarnos...