Nos pertenecen…

Nos pertenecen ciertas respuestas y el reto de colocar un nombre a muchas cosas.

Nos pertenece la voluntad de hallar un sentido a aquello que carece de sentido.

Nos pertenece el descubrimiento de una voz capaz de describir nuestra personal imagen del día a día. 

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Nuestra época

Nuestra época: tiempo de crecientes soledades en medio de homogéneas multitudes, tiempo de la similitud convertida en despersonalizada analogía, tiempo de lo individual transformado en efigie de una cierta intrascendencia colectiva.

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Prosa, poesía

Prosa y poesía, poesía y prosa… Una misma voz; solo una: capaz de decir lo necesario y nombrar lo exacto en la justa entonación de su sentido.

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Que cada quien escoja…

Que cada quien escoja sus razones, que cada quien seleccione su decir.

Por mi parte, descubro en ciertas memorias la ilustración de horas nuevas y el sentido de muchas horas recuperadas.

Digo fragmentariamente ciertas cosas.

Me describo promesas a mí mismo.

Reitero ciertos egoísmos necesarios. Ellos son impulso, singular referencia de muchas verdades personalmente afirmativas.