viernes, 11 de septiembre de 2020

ACTUAMOS SIEMPRE...

Actuamos siempre -deberíamos hacerlo- en nombre de un “porqué”. En el caso de nuestras voces personales -conquistadas, merecidas- de un porqué destinado a nombrar convicciones, propósitos, sueños, esperanzas… Un porqué donde identificar memorias y anhelos de porvenir, donde dibujar nuestra relación con la realidad. Recuerdo una frase de Borges: “descubrir una entonación, una voz, una sintaxis particular, es haber descubierto un destino”. En suma: el porqué de nuestras voces convertido en sintaxis de nuestra vida y en visión de su destino.